Este fin de semana pasado se realizó la Asamblea Nacional de la ASV. La del centenario.
Yo, que cumplo 25 años en el movimiento, estoy la mar de feliz.
Sin embargo, hoy que veo la foto del nuevo Consejo Nacional electo para el período 2013-2014, me vinieron a la mente varias interrogantes y dudas.
Al menos a 4 de las personas que están en la fotografía las considero mis amigas. Al menos 2 son muy buenos amigos, hermanos entrañables. Del resto, a otros 3 los conozco de haberlos visto actuar en diferentes responsabilidades, aunque no pueda decir que tenemos una relación más allá de la hermandad scout.
Todos sé que dan lo mejor de sí por la institución, aunque eventualmente no lleguen a acuerdos viables de convivencia y cooperación. Todos se desviven por el movimiento y los jóvenes. Y como es mi costumbre, haré mi mayor esfuerzo institucional por seguir los lineamientos de este Consejo Nacional, apoyarlo, defenderlo y hacer el trabajo que me toque.
Pero luego de tantos años no dejo de pensar que la primera vez que vi un Consejo Nacional en pleno, sólo unos 3 o 4 eran scouters "de carrera". Había ex ministros, empresarios, sacerdotes, que eran scouts, habían sido scouts, se promesaron para pertenecer al consejo, pero eran más conocidos fuera de nuestro medio por su actuación pública en muchos otros aspectos. Los epítomes de esto quizá fueron Monseñor Diego Padrón, Gustavo Vollmer, Elías Santana y Doña Mercedes Pulido de Briceño.
¿No será hora que tratemos de traer de nuevo "notables" a nuestro Consejo?
¿Personas de amplia trayectoria social, más conocidos fuera que dentro de la institución, que nos traigan una visión diferente del movimiento y la sociedad?
Sería como cuando tenemos las opiniones de los padres y representantes en los consejos de grupo, que contrarrestan los ímpetus juveniles de la mayoría de los dirigentes de unidad, equilibran el juego, y aportan mucho mas que un simple consentimiento a las actividades. Digo, creo que sería bueno, y nos permitiría devolver a algunos buenos dirigentes al rol de obreros, echando pico y pala, dentro de los equipos operativos para asegurar que la cosa salga adelante.
No sé, pienso que fue una buena estrategia en su momento, y que abandonarla nos distrajo un poco...
